miércoles, 30 de abril de 2014
Nota discordante
Me declaro nota discordante
en el pentagrama de la luz;
violin desafinado
trepando
hacia las copas de un acorde
siniestro.
Me declararon piedra
un día
las estrellas,
y golpearon
mis horas disecadas
con un misil de nieve.
Me declaran camino
las agujas de un tiempo
que aún sabe soñar;
me declaran olvido
para confundir a los chacales
que persiguen sin tregua
el rastro de mi sangre
moribunda.
Me declara fantasma
esta sombra mía
que no cesa
de taladrar un verbo blanco
en cada pliegue de ausencia;
que no cesa
de roer praderas
donde intuye
han de ser enterradas
las alondras
que hoy sobrevuelan
del cielo
su esqueleto.
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