sábado, 21 de julio de 2018

La reina




Reina
negriamarilla
de voluntad voraz:
no logro detener
tu milenaria danza...



Clausuro  puertas, ventanas,
espejismos  
que amenazan con invadir de larvas azules
 el pecho de la tarde. 


Trato de rescatar

el pecio de algún sueño
del baúl de infancia.

Cierro mis ojos:

sueño con degustar tu boca,
disparo relámpagos
de tinta 
sobre el pálido lienzo 
de la tarde
-pero mis manos solo  vomitan
 un naufragio-

La reina
me arrebata 
seis centímetros cuadrados
de metal
e infortunio.
Deja un rastro
de invisibles cadáveres.

Y mi pulso te busca
en medio de la nada
mientras, una sombra 
aguijonea con saña
la tarde
y sus despojos.

sábado, 14 de julio de 2018

Renacimiento





Llegó
envuelto en cristales,
huyendo de las llamas
que el otoño incipiente
escupía
sobre el ocio gris
de las aceras.
Se acercó lentamente a la playa
con un gesto desnudo,
y comenzó a darle cuerpo
a la arena.

A lo lejos, las inmutables rocas
soportaban el embate furioso
del mar.
Bastó una simple ola
reptando hacia la orilla
para destejer la magia
de sus manos.
Pensó -nada es real-
la voluntad se quiebra,
como se quiebra un cuerpo por las olas
del tiempo;
nada es real, salvo este inútil sueño mío
que se prolonga a través
de la tierra -
Y sus manos se enfangaron de barro
y furia
y comenzó a modelar febrilmente
la ausencia.