jueves, 27 de noviembre de 2014

Mi país



Vine a despertar al arcángel
que gravitaba
bajo la bóveda del silencio:
he de volver al Sur, - le dije-
allí mi flor, mi sangre...

-No vuelvas,
se agotaron los pozos del amanecer.
No vuelvas-

Habrá una primavera más allá de mis pasos...
-En el Este es invierno
El manantial ahogó de nieve su corazón azul.
No vayas-

Pero aún existe un puente de sangre y de solsticios.
Aún guarda para mí 
sobre una espina, su infancia
y sus ojos abrigan
mis lamentos de espuma

-La araña del olvido derruyó su esqueleto
de luz.
Nada queda. No vuelvas.-

¿Y al Oeste?
La sangre de una derrota ha teñido de rojo
las aceras
y la nostalgia puede recostarse 
sobre tu hígado 
si rozas sus cabellos.

Dime, arcángel,
¿Qué tierra es mi país?
-La verdad que mendiga el pan de tu palabra,
la mano que sostiene tu escalera de sueños,
la fe que no arrojaste al fuego del fracaso.

Tu voluntad.
Tu Canto-.







lunes, 24 de noviembre de 2014

Donde germina el verso



No me dueles, silencio

-Huía la palabra hacia el vórtice de su significado;
huía
fuego adentro, savia adentro,
hasta hundir su hígado en el alma de la transparencia-

No me dueles silencio.
Es ígneo tu esqueleto,
sus ramas,
palpitantes espejos
donde el alma
desdobla su rostro más profundo.

Palabra,
chirrían mis pupilas
cuando te saben muerta
y el vacío te arranca la costra de una estrella
para dorar su canto.
Desnúdame de arpegios
las vísceras del verbo,
bórrame de tu cauce la oquedad,
los insectos
del orgullo, la lira
de la nada.

Dame a beber la sangre
donde germina el verso.








miércoles, 19 de noviembre de 2014

Nut


Nut hilaba el insomnio de sus ojos
a los sesos del agua,
Su corazón bebía la sangre de las piedras
- Soy piedra yo también
y es líquida mi Noche
Arráncame estas velas lúcidas
del alma
quiero dormir,
 hundirme.
Pesa mi voz un mar y mil olvidos-

Nunca Es Tarde,
Despierta, Nut
 Despierta,
mira tus manos, flotan, abren 
silencios, gritan.
Han izado una estrella
sobre un mástil fantasma.
Han persuadido, al fin, 
a las hadas del canto.

Ven, pronuncia conmigo:
No Es Tarde,
Nunca Es Tarde.

Vuelve a tierra,
                           soñemos...










miércoles, 12 de noviembre de 2014

Eco de tinta



Dame tus venas para que pueda verte.
Dame tus ojos de incendio y obsidiana,
tus dedos abisales y limítrofes.
Lame mi cruz
y déjame adorar tu canto ebrio,
Lame mi cruz
y entierra sus cadáveres,
libera un cáncer azul
hasta abolir las mordeduras del silencio.

Yo quiero creer en ti,
hallar sentido al tapiz sideral de tu sangre,
y salgo de mi concha muda
y escalo por la pendiente de mi vértigo
y me hundo entre las simas de una sombra
más grave que la noche,
más honda que mi duda,
y hurgo
bajo uñas de mediocridad
hasta que siento a las fieras del vacío
copulando con el hambre de mis dedos.

Si supieras talarme esta negrura,
si un pálpito
arraigara en las branquias del amanecer
y dispersara en el aire su lamento,
si tus huellas fueran carne de cometa
estrella-guía en los ojos que la nombran,
entonces
tendría sentido este cansancio,
entonces
bendeciría la pulcritud obscena de tus vendas,
su acre aroma a ángeles suicidas.

Pero solo me bautizaste mortal,
mueves los hilos y sorbes mi conciencia,
y vibro en cada cuerda de tu llanto.

Tal vez alguien 
cate un día tu sangre inabarcable,
tal vez alguien se detenga
un día
un instante
a contemplar mis pies de trapo
caminando inútilmente sobre el aire.

Tal vez 
un día
quiera el azar sembrar un sueño
al sur de mi destierro.



















jueves, 6 de noviembre de 2014

Gallinita ciega



No vengas, reina oscura,
no vengas
a sentarte
en mis ángulos grises
e irradiarme de límites;
 no traigas tu tintero de penas, tu sangre cegadora,
tus violines de esparto.
No siembres caracolas en las tumbas 
del aire.
Véndame los ojos del corazón,
si quieres,
arranca
las espinas profundas de mi lengua.
Maldice a las palomas que picotean la luna.

Permíteme la Sombra, su canción insondable.


No te llamé.

No vengas.
Quiero seguir jugando con mis cuencas de humo.
Seguir dando vueltas y vueltas a una noria de olvidos.
Tantear lo invisible, 
devorar lo intangible.
Saberme
la gallinita ciega 
que ignora los espejos 
de tu grito de lodo.

sábado, 1 de noviembre de 2014

11



Uno y uno:
dos cuerpos, dos miradas, un solo Ayer
cien sombras en cien vasos de fe,
un camino, cuatro risas,
tres mundos
ocho lágrimas rojas.
Una sola raíz.
Ningún olvido.
Di, noviembre,
¿Cuántos sueños arrojados
en tres metros cuadrados de vacío?
En veinte dedos de ausencia
¿cuánto dolor no cabe?
Escucha,
el ocre de sus manos 
me sueña,
trenza mis ojos amarillos,
se tiende
a la sombra de mi violín quebrado,
mira,
su ternura sembrándose bajo el rosal profundo
de un tiempo en carne viva.

Ven, noviembre
vísteme con el traje de sus voces;
alumbra
este páramo con un fuego de infancia
y muéstrame
los astros que sonríen más allá de este sol.

Asómate
radial, tajante, vívido.
Descálzame de agujas.
Que tu sangre lúcida
alimente
mis raíces recónditas.

Profana
una vez más
el mármol del eterno silencio
para que yo Amanezca.