Dame
tus venas para que pueda verte.
Dame
tus ojos de incendio y obsidiana,
tus
dedos abisales y limítrofes.
Lame
mi cruz
y
déjame adorar tu canto ebrio,
Lame
mi cruz
y
entierra sus cadáveres,
libera
un cáncer azul
hasta
abolir las mordeduras del silencio.
Yo
quiero creer en ti,
hallar
sentido al tapiz sideral de tu sangre,
y
salgo de mi concha muda
y
escalo por la pendiente de mi vértigo
y
me hundo entre las simas de una sombra
más
grave que la noche,
más
honda que mi duda,
y
hurgo
bajo
uñas de mediocridad
hasta
que siento a las fieras del vacío
copulando
con el hambre de mis dedos.
Si
supieras talarme esta negrura,
si
un pálpito
arraigara
en las branquias del amanecer
y
dispersara en el aire su lamento,
si tus huellas fueran carne de cometa
estrella-guía
en los ojos que la nombran,
entonces
tendría
sentido este cansancio,
entonces
bendeciría
la pulcritud obscena de tus vendas,
su
acre aroma a ángeles suicidas.
Pero
solo me bautizaste mortal,
mueves
los hilos y sorbes mi conciencia,
y
vibro en cada cuerda de tu llanto.
Tal vez alguien
cate un día tu sangre inabarcable,
tal vez alguien se detenga
un
día
un
instante
a
contemplar mis pies de trapo
caminando inútilmente sobre el aire.
Tal vez
un día
quiera el azar sembrar un sueño
al sur de mi destierro.
Genial Rosa, este poema está lleno de fuerza y pasión pero también de inspirada imaginación. Las metáforas surrealistas abundan más que en otros poemas. Estos versos son inmensos, tremendos y sexys "Si supieras talarme esta negrura,
ResponderEliminarsi un pálpito
arraigara en las branquias del amanecer
y dispersara en el aire su lamento,
si tus huellas fueran carne de cometa"
Qué gran poeta Rosa
Mil abrazos
Cristián
Gracias por rescatar esta reliquia del fondo del baúl, querido amigo. La fuerza que subyace parte de un trance emocional, en el que me replanteaba el sentido de la poesía en mi vida.
ResponderEliminarMil abrazos para ti, Cristián.