lunes, 27 de marzo de 2017

Yo Acuso



No doy tregua.
Yo Acuso.
Soy quien husmea en su aura
de sombras.
Ven.
Sigue la flecha de mi gesto, afila
el hacha de tu lengua
en sus vísceras.
¿Qué es la verdad,
al fin y al cabo?
La verdad es una mueca 
del cielo, un espejo 
viciado.
Y ya hemos devorado suficientes
derrotas.
Llevo a la serpiente enroscada
en el hígado;
un dolor como a bilis nevada
en la sangre
del miedo.
Y tú me preguntas
¿para qué tanto incendio?
¿para qué tanta escarcha?

Simplemente
la muerte de la luz me alimenta.
Crezco
si vomito silencios
de acero.
Puedo hundir una flota
afilando mi odio.

Simplemente,
me hago fuerte ulcerando
la duda.
Simplemente,
 Yo Acuso.

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