martes, 14 de abril de 2015

El corazón de la esperanza


Tú ganas, Karine.
Conociste los secretos del fósforo 
que arden en la sangre de las marionetas.
Sentiste el filo de navaja del infierno
filtrarse crudamente a través
de tus lágrimas
He biopsiado la luz- dijiste-
hay espinas y larvas de pánico en sus heces;
seguid los vidrios verdes, hijos míos,
enterrad el aguacero bajo las piedras del río aquél 
donde arrojasteis
un lejano día el corazón de la esperanza.

Mi herencia fue un dolor encadenado de tinieblas,
y ahora creo en esa débil luna que regaste a golpe de amor y lucha,
a golpe de amor 
y sufrimiento.
Veo los huesos infantiles de mi fe taladrando
 la piel de la derrota
y cómo su cerebro de nieve y agujas va sembrándose 
de verde, Karine,
cómo trepa la yedra de la luz por sus venas
amparada
por el beso de tu sombra pura.




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