miércoles, 30 de julio de 2014

Uvas de mayo







Un día vendrá su estirpe de alondra
a medir las comisuras de la Noche
Vendrá
a limpiar de hiel las botas de los sueños
Vendrá
y ahogará sus disfraces impolutos
santificando las flores del presidio

Un día
restituirá la pureza masacrada
Y hará temblar los huesos del odio con su lengua
Y ardera la serpiente bajo el puño de Themis

-Soy el niño caído
el pájaro taladrado en sus alas
Soy el destino blanco violado por las bestias
Haré brotar mi sangre en vuestras llagas pútridas
Entregadme cada micra de luz pisoteada
quiero probar las uvas de mayo
ahora
que el viento palidece
ahora que no podéis encalar tanto grito
Deseo conocer
por qué lloran tan cárdeno
los violines azules del silencio-




















2 comentarios:

  1. "Soy el destino blanco violado por las bestias" es tierno y salvaje, es puro, etéreo y a la vez carnal, es sexy, no puedo evitarlo.

    Cuando soñamos todos llevamos botas, yo, como Miguel Labordeta, uso unas botas de buzo, pero cuando te leo se rompen en pedazos y floto sostenido por tus versos, rosa marcial.

    Cristián

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  2. Hola, Cristián, ¡qué bello lo que dices! Y dices bien: es tierno y salvaje; lleva inherentes la fortaleza y la pureza de un sueño improbable, de un sueño necesario.
    Gracias, amigo.
    Un abrazo.

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