lunes, 23 de junio de 2014

No toques esa música





 











No toques esa música:   "mañana"
no es vals para bailarlo sobre el asfalto crudo
cuando ha nevado tanto en las capas doradas
del silencio.
Los espejos nos miran y se duelen,
nos miran
disimulando su tristeza, sedan
esta sala de sombras
que envuelve nuestro cántico sonámbulo.



No toques esa música,
sus notas son abismos blancos,
horcas de fe vibrando sobre un pentagrama
impredecible.
Giremos y giremos sobre este viento único,
dancemos y dancemos bajo un cielo de sangre,
no elevemos 

el último solsticio del verano
a la enésima impotencia del presente.

Oh, amigo, no,
no toques ese saxo de espinas.
La Noche vendrá sin presentirla,
vendrá la luz inevitable y muda.
Solo esta faz tenemos
para mostrar al mundo,
estas cuatro paredes de certeza encapsulada
bajo las únicas tres letras del tiempo:
                                                                HOY.

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