Baja, Poema
la Escalera del Tiempo.
Cruza los umbrales
de la Luz.
Desciende
hacia sus signos blancos.
Detente en su fulgor
de diamante.
Cuelga del tierno cuello
de la infancia
una flor sin espinas.
Sigue, Poema.
No detengas tu paso.
El cuervo acecha
sin desmayo
con ojos de hambre.
Tu sonrisa
es su cruz.
No te detengas.
No despiertes
al dormido corazón
que se aloja en el bosque
de tu rabia.
Fuentes
enormes como sombras,
fuentes como lágrimas
manan de su silencio.
El cuervo
puede cubrir
puede cubrir
un dolor intenso
con sus alas.
con sus alas.
No detengas tu paso, Poema.
La Tierra Prometida
No está lejos,
ni cerca.
Se halla enterrada
bajo el sueño de tus venas
y te aguarda...
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