Esto no es un poema,
ni siquiera el fósil
de su sombra.
Hoy
me son esquivas las palabras
y se me enfanga el aire
en los pulmones.
Hoy escucho desgarrarse
al silencio,
siento su grito
golpear
la memoria.
Simplemente
es de noche a la izquerda
del odio y amanece
en la herida.
Octubrea mi mente,
se rasca con su lengua la piel
desorientada, los ojos
abatidos, los besos
improbables, los cielos
consumidos.
No,
esto no es un poema:
simplemente enumero
la sangre que me falta.
Un poema pleno de sentimiento. Hermoso. Saludos fraternos. Óscar
ResponderEliminarGracias por tu amable huella, Óscar. Me alegra que te guste.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué belleza, Rosa.
ResponderEliminarEs un placer pasearme de nuevo por tu espacio y saludarte.
Un fuerte abrazo desde la poesía
Ana
Y para mí es un placer recibir tu visita. Muchas gracias, Ana.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Qué maravilla ," es de noche a la izquierda del odio y amanece en la herida ".
ResponderEliminarme cautivó esta frase,
Me alegra que te gusten estos versos, Graciela.
ResponderEliminarGracias por llegar hasta mi espacio y dejarme tu amable huella.
Un abrazo.