Regresó como sombra
Como sombra escarbó en su destierro
Tropezó
sin quererlo
con los trenes del frío
que horadaban la luna
Vino a engendrar su grito de aguja
en los costados del adiós
Anidó su níveo dedo
en mi memoria de espinas
y desvistió su alma
Desconoce el color del signo que lo
nutre
El aprendiz de pájaro
Ensaya un eterno amago de vuelo en mi
espalda
con sus alas partidas.
Qué buen poema alegórico, Rosa.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo grande
Ana