Luna de papel
que ardes bajo mis manos ciegas
Estoy zurcida absurdamente a tus
dientes sacrílegos
Por ti
me hice acróbata
del llanto
Escalé las tormentas
Deje crecer las flores de mis uñas de
olvido
Engendré mariposas en el pozo donde se ahogó
la música
Di
¿para qué tanta campana ebria?
¿A quién pueden guiar estas huellas de plomo?
No me pariste musa ni estrella ni
profeta
Solo tren de destierros
niña senil
luciérnaga
niña senil
luciérnaga
de tumbas
Solo animal de búsqueda
a quien golpea a diario el mundo las
rodillas
Vieja mula sombría
cuya garganta aprietan las Furias del
destino.
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