Ella azuza a mis perros de sombra hasta
morderme el alma
Hiende una profecía azul en mi costado
y yo sangro raíces demacradas
columnas
derrocadas auroras de noviembre
Y pronuncio un sudario entre dientes
para deshabitarla
porque allá muy adentro hay ciudades
fantasma
y muertos que se aferran a este canto
y muertos que se aferran a este canto
maléfico y sueños lapidarios y una
intensa humareda
de luciérnagas viudas
de luciérnagas viudas
a la mudez de sus manos
No necesita nombres de cristal que se quiebren ni voz
que la sostenga en pie ni verbos
que la abracen -
Ella agita sus ojos por bandera se
duele contonea
sus caderas de Búsqueda reverdece el musgo
sus caderas de Búsqueda reverdece el musgo
del ayer en mis sesos para que
tiernamente me recueste en su fango
-Ven, amor, soy tu amante de hiel tu
parto lento y quedo
la cruz en tu garganta
la flecha que atraviesa tu alma con su
ira
Soy el monstruo que oculta su cáncer
de silencios
La mariposa danzando junto al fuego que
abrasará tus alas-
Y acuden sirenas de tinta a navegarme a
abordar otras islas
prohibidas o recónditas
Y me dejo matar por su querer ciclónico
En su cuna de piedra mezo mi canto
roto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario