Reina
negriamarilla
de voluntad voraz:
no logro detener
tu milenaria danza...
tu milenaria danza...
Clausuro puertas, ventanas,
espejismos
espejismos
que amenazan con invadir de larvas azules
el pecho de la tarde.
Trato de rescatar
el pecio de algún sueño
del baúl de infancia.
Cierro mis ojos:
sueño con degustar tu boca,
disparo relámpagos
de tinta
sobre el pálido lienzo
de la tarde
el pecho de la tarde.
Trato de rescatar
el pecio de algún sueño
del baúl de infancia.
Cierro mis ojos:
sueño con degustar tu boca,
disparo relámpagos
de tinta
sobre el pálido lienzo
de la tarde
-pero mis manos solo vomitan
un naufragio-
un naufragio-
La reina
me arrebata
seis centímetros cuadrados
de metal
e infortunio.
Deja un rastro
de invisibles cadáveres.
Y mi pulso te busca
en medio de la nada
mientras, una sombra
aguijonea con saña
la tarde
y sus despojos.
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