miércoles, 11 de febrero de 2015

El camino



Era azul el iris de tu mano
lo recuerdo
era azul y proyectaba en la mía
su pupila más pura
El verde de la higuera mencionaba mi nombre
cuando el viento le hablaba
Era blanco el silencio cuando la tarde
se tendía a mirarnos
A veces
(raras veces)
veía a lo lejos dibujarse la silueta 
de la negrura
(aún la siento)
tan joven...
Poco sabíamos entonces de los pozos
que manan sombras lentas
de sus múltiplos ácidos
Ignorábamos
que el camino alargaba su espinazo de bestia
sobre las amapolas 
del destino
Que nos crecería un desierto de sal
sobre los huesos
´"Mañana será nunca"
susurraba la noche más profunda en mis venas

"Pronto sabréis
a qué sabe
el beso de la adelfa sobre un labio de infancia".





1 comentario:

  1. Tu Poesía tiene un ángel, una resonancia especial. Un placer leerte, Rosa.

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