La nuit
Madame
la nuit
abisal
ignota
fértil
oceánica
La noche
contorsionando los cuerpos al compás
de un eléctrico zumbido
pellizcando
el letargo del animal oscuro
serpeteante
en aceras de espuma y cócteles de fuego
País
para frágiles espigas
para tallos maduros con raíces picadas
por la viruela
de la soledad.
Nunca me perteneció
como a ti
nunca logré saborear al máximo
su enfervorecida pulpa
La noche fugaz
su meloso veneno con el que inocularse un espejismo
en compañía
¿Recuerdas
el saxo que devoraba el tiempo con su boca
metálica y hambrienta?...
No he conseguido apartarme
en todos estos años
de aquél rincón
al que seguro acudirás un día
impuntual
vibrante
disparando
una mala excusa
con un cigarro rubio consumiéndose
al ritmo de mi nostalgia
entre tus dedos.
En mi inconsciente ha quedado esculpida la imagen de la noche en fotografía granulosa y contrastada, saturada, rodeada de neones como en aquellos films; Taxi Driver, One From The Heart o Choose Me y el jazz singularizado en el saxo como hilo conductor. Percibí esa realidad en mi infancia en los años 80, pero después desapareció el neón y aquella fotografía, aunque luego en mi madurez hallase esa amalgama colorista y dispersa en Lima.
ResponderEliminarRosa, tú aglutinas estos elementos en tu poema; desde la foto vintage, a la nostalgia, al colorido sinestésico e incluyes ese saxo descriptivo. Al final aparece la imagen de una historia personal pero a la vez universal; el hombre que imaginariamente reaparece por los lugares del pasado con un cigarro nebuloso y al que no podemos ver el rostro, sincretizando esa red de telaraña que es la noche en la visión de la nostalgia personal, en el paso del tiempo social e individual. Un poema muy cinematográfico que me inspira jazz y nostálgia desde la semblanza de tu claro y sereno rostro.
Abrazos, querida Rosa.
Cristián.
El teclado automático me escribió "nostálgica" por error y al reescribirlo dejo la tilde. Inventos del Diablo.
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