Hoy es Pólvora, lo que ayer será
Llanto
-musitó -
Era un lunes de plomo;
yo arrugaba mis dudas, deshojaba
una sombra
tras otra.
Los relojes ardieron al mirarla.
La recuerdo.
Era otoño esa tarde en mis párpados.
Ella calzaba zapatos de nieve y en sus
ojos ondeaba
tu nombre.
Antes de hablar en rojo
estalló agudas lluvias, hondos gritos,
y luego
pronunció una galaxia y clavó
entre mi pecho
el Silencio.
Después de hablar en negro, musitó:
-Recuerda, ahora es polvo su voz.
Hoy es Nadie lo que ayer será Azul-
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