Un día vendrá su estirpe de alondra
a medir las comisuras de la Noche
Vendrá
a limpiar de hiel las botas de los
sueños
Vendrá
y ahogará sus disfraces impolutos
santificando las flores del presidio
Un día
restituirá la pureza masacrada
Y hará temblar los huesos del odio con
su lengua
Y ardera la serpiente bajo el puño de
Themis
-Soy el niño caído
el pájaro taladrado en sus alas
Soy el destino blanco violado por las
bestias
Haré brotar mi sangre en vuestras
llagas pútridas
Entregadme cada micra de luz pisoteada
quiero probar las uvas de mayo
ahora
que el viento palidece
ahora que no podéis encalar tanto
grito
Deseo conocer
por qué lloran tan cárdeno
los violines azules del silencio-