lunes, 26 de septiembre de 2016

Sin mí




Amaneció sin mí.
Grillos inánimes brotaron
de su lengua;
un quejido de agujas taconeaba
el techo
del silencio.

Me levanté sin hacer ruido
para no delatarme,
evitando caer en el agujero negro
de sus ojos;
ni siquiera pudo rozarme su radiactiva 
pureza.
Y caminé arrastrada por carros
de inercia.
La calle devoró los últimos tiernos vestigios
de algún sueño
que me entregó la noche amante;
los pájaros callaron a mi paso;
hay  trenes que lloraban
un humo gris y lento.
No me atreví a preguntarle
por el olor a sombra
de los árboles.

Amaneció sin mí 
este día,
y así es mejor,
así no siento su lluvia de balas
en mi frente,
su catarata cósmica de aludes
resbalando febriles
por la pendiente gris
de mi conciencia.




jueves, 8 de septiembre de 2016

Olas de luz



Si pudiese mamar de este esqueleto
blando
de esta nada de almíbar que amilana
los puños de la noche;
si no creyese que tu sombra teje
olas de luz que me nombran más hondo,
más oscuro
cuanto más cavo en mí para huir
de tus ácidos brazos.
Si no me cegaran esos ojos tuyos de túnel y tu boca
no acudiese a besar mi cruz...

Di, ¿Que sería de mí si tu voz de cometa
no atravesara de norte a sur
mi frente?
¿si no me calase entera
tu llanto azul?

Qué sería de ti
si no vomitara mi alma
al pronunciarte.